En la casa que viví con mis padres durante toda mi vida, había escaleras. Un acceso daba a la planta de los dormitorios y otro a un sótano donde tenía mi madre montado un cuarto de estar con televisión, billar y una pequeña zona de trastero.
A la hora de hacer una reforma, las casas que tienen escalera puede parecer que son un elemento que estorban, como un “pegote” al que no se les puede sacar partido. Pero yo pienso todo lo contrario ya que son elementos que unen estancias, donde hay un recibidor o pasillo que, según cómo esté decorado, te va a hablar del resto de la casa.
En el caso de las escaleras de mis padres, eran de madera oscura, mi madre puso en su día un zócalo en las paredes en color piedra y forró las escaleras con una alfombra de yute (la cual yo odiaba porque no podía andar descalza porque pinchaba jaja), pero quedaba muy elegante y protegía la escalera de golpes, maletas y pisadas.
Seguro que a muchos, como a mí en su día, se os ha venido a la cabeza el poder pintar esa escalera de blanco, para darle un poco más de luz a esos huecos que son más oscuros. Pero, ¿y si se pintara de negro?.
- Barandilla y escalones negros, de madera dando un toque rústico, clásico y acogedor.
2. Escalones enmoquetados con algún dibujo geométrico en blanco y negro, o pintar los escalones haciendo una falsa alfombra.
3. Barandillas de metal negras, con escalones negros o blancos pero con un toque más art decó.
4. Estructuras negras para cerrar escaleras rectas, ya sean listones o un muro panelado. En este caso, el recibidor tendrá que estar muy abierto para que el negro no coma mucho espacio visual.
¡Buen post!
El toque elegante que proporciona la decoración negra y con aspecto metálico es inigualable. Además, el contraste de colores entre el blanco y el negro hace que los elementos de ambos colores destaquen aún más. Es un estilo muy singular.
¡Saludos!